miércoles, 21 de noviembre de 2012

La Veloz

Don Pugliese me enseñó el arpegio y a hacer un pastón equilibrado, a pegar ladrillos, a tirar líneas de obra. Miguel, le apodaba ‘La Veloz’ en alusión a su ir y venir lento y cansino hasta su próxima changa de albañil. El fue mi segundo empleador del barrio. Tenía un asombroso parecido con el famoso bandoneonísta Anibal Troilo 'Pichuco', aunque su afición al tango la vertía sobre la guitarra.

A mi me daba ternura verlo pedalear su vieja y desvencijada bici rodado 28; reconozco que su cadencia podía parecer pesada tanto como su porte, pero yo lo veía afirmarse
con decisión en cada lento y acompasado impulso, desplazando su voluminosa figura sobre ruedas como un portaviones. Atravesaba el aire perfumado de la primavera pródiga de aquel barrio Parque Rivadavia de casas por hacer y deliciosos baldíos de frutales.

Su casa era casi un galpón de obras al entrar, a pocas cuadras de nuestra casa pero fuera de radio de acuerdo a las recomendaciones de mi madre. Una sólida mesa de madera en el centro daba el aspecto de taller con todos los cacharros y herramientas que se pudiera imaginar a su alrededor, colgando de las vigas del techo, en las paredes, y más al fondo, hacía de su dormitorio un estudio donde el hombre leía y escuchaba música en una Spica con funda de cuero. Tenia una vieja viola criolla con la que payaba como buen gaucho que era. Su uña arpegiera (sic) siempre bien perfilada a pesar de las rudezas de la albañilería.

El vecindario se preocupaba por su tos crónica pero el seguía fumando puchos Saratoga sin filtro; era capaz de fumarse uno entero pegando la fila de ladrillos a golpeteo de cuchara sin que se le caiga, tenía la misma habilidad de Lucky Luke; con el revoque grueso ya no uno si no unos cuantos, y varios meditados mientras contemplaba la perfección del revoque fino con el fratacho en ristre.

Traigo este recuerdo y surgen muchos más, ¿qué habrá sido de....?
Y de pronto el Universo se confabula para que pueda recordar que a mi me apodaban Ciruela por mi afición a las ciruelas verdes y trabajé para la compañía La Veloz. ¡Gracias Don Pugliese!

LPL’2012